martes, 9 de noviembre de 2010

instrucciones

1) Acuéstese boca arriba, bajo un cielo diurno abierto.
2) Abra los ojos.
3) Deje que el cielo entre por los ojos, bañando su cráneo por dentro.
4) Imagine un desagüe justo donde apoya su cabeza, por el cual se va todo lo que no es cielo.
5) Decida que eso que se va es nutritivo de algún modo para la tierra.
6) Abone la tierra.
7) Observe cómo las aves en su vuelo, cosquillean su retina.
8) Sepa que esas aves también están en el fondo de sus globos oculares.
9) Siga.
10) Siga.
11) Siga hasta no saber si el cielo es una bóveda lejana, un plano cercano o el interior de su propia cabeza, celeste.
12) Duerma.

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