No es que sople el viento
es que el mar me sigue hablando.
Mojados los adoquines
me parecen olas quietas, me sigue hablando.
Ya estoy lista para el otoño ladrón
no me agarrará desprevenida,
cierro el corazón antes del saqueo
sé que el sol cambiará completamente
hasta oxidarse.
No me caí,
es que me inclino hacia la noche
prefiero derramar su tinta china
si aquí
de día no hay gaviotas.
Bello!
ResponderEliminarHermoso... Simplemente.
ResponderEliminarBeautiful, Jani
ResponderEliminarnice.
ResponderEliminara.
que hermoso, es verdad llega el otoño. mone
ResponderEliminarme gustó mucho! Tiene la liviandad y sutileza necesarias para ser un poema increíbleee. besosss
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