Pesadilla.
Venga, venga…
Quién asoma a la superficie, quién quiere irse.
Pasen, no tengo miedo, yo las traje.
No hay enemigos.
Sombras, obreras de mi vida,
muertes de mi vida.
A medida que las voy amando
parecen despedirse en sueños nítidos de oscura naturaleza.
Dicen: -Soy tus mil memorias que siempre sangran
todos los días digo tu pena
te di llagas a medida, laberintos
y una alarma perfecta que no descansa ni falla.
Como una fiebre fui necesaria y te serví
para que sientas, busques y sepas-.
Gracias. Salgan de ese sótano infestado. Ya pueden irse.
Las nombro, las reconozco mías
les pido perdón. De a una salen por mi noche
tristes y exhaustas, algunas milenarias
inofensivas como monstruos.
Yo soy responsable ahora,
ya fue suficiente.
Ojala se vacíe un día mi sala
e inhale al fin la luz que intuye y no conoce.
Flor: Que se vacie un dia esa sala...
ResponderEliminarPero que se llene el 19 la del Ohno Obsoleto Bistro.
Merde!!!
jajajaja!!!! Claro!!!!! Gracias...!
ResponderEliminares que en realidad necesito que la una esté lo más vacía posible para que la otra se llene de gente y de inspiración! de eso se trata...
ResponderEliminarbesos!
f
Hola Flor!!! ¿Qué sería de nuestra luz, si no existieran nuestras sombras? En los contrarios se sostiene la vida y se potencia la verdad. Lindo poema de despedida a algunas sombras. Y coincido: que se llene la otra sala!!! Y a cantarle a la vida entera y en todos sus matices! Un beso enorme! Gigi
ResponderEliminarClaro, gigi... Justamente por eso, yo les agradezco a las sombras, siempre lo hago, pero... también las libero porque algunas siguen repitiendo lo que ya no ayuda, lo que bloquea. Y ya voy viendo que la mejor manera de dejarlas ir no es luchar contra ellas sino agradecerles, amarlas y a algunas, pedirles disculpas también.
ResponderEliminarGigi! La sala ya está toda reservada!!! Gracias por los buenos deseos!
ResponderEliminares re oscuro.. lo mas prufundo del alma que no podes expresar!!
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